Suspender música o plástica no importa

Suspender música o plástica no importa

El otro dia, mi profesor del Conservatorio me dijo que tocar el piano está considerado una de les actividades más exigentes. El cerebro tiene que ser capaz de leer dos líneas al mismo tiempo, la de la mano derecha y la de la mano izquierda. Además, la mano izquierda está escrita en clave de fa y la derecha en clave de sol. Para que os hagáis una idea: es como si leéis al mismo tiempo en catalán y castellano. Además, lo que se está leyendo se tiene que trasladar a la cinética de la mano y de los brazos al teclado.

Pongo este ejemplo porqué nos está costando mucho superar la creencia que les matemáticas, la física, la química o les lenguas son las materias fundamentales. Y que las artes plásticas, la música, la danza o la educación física son las materias sin importancia. Si el niño o la niña tiene un excelente en matemáticas, nos importa poco si ha suspendido música. En cambio, si suspende matemáticas, el excelente de música no nos alegra mucho. Pues bien, la habilidad numérica y lógica que requiere leer música es superior a la de las matemáticas. Y, todavía más importante, las asignaturas artísticas combinan no solo les capacidades, sino también el criterio y la sensibilidad. Ante una ecuación resuelta, poco criterio más queda que no sea solución “correcta” o solución “incorrecta”. Para contra, delante una interpretación, dibujo o escultura, el niño experimenta y descubre una cosa maravillosa: su criterio. Me gusta o no me gusta. Me llega al corazón o no me llega al corazón. Me emociona o no me emociona. Descubre la estética, la belleza conjuntada con la técnica, la habilidad, la tradición.

Howard Gardner escribió un libro que revolucionó el concepto de coeficiente intelectual. Se titula Las inteligencias múltiples. La capacidad analítica era solo una de seis posibles. Un sistema educativo de valor debería de dar el mismo peso a todas las materias, es decir, a todas las inteligencias.

FERNANDO TRIAS DE BES